CAPÍTULO XLVII
DIGNIDADES, CANÓNIGOS Y PREBENDADOS DE DIVERSAS IGLESIAS, PRELADOS Y SUJETOS INSIGNES DE ALGUNAS RELIGIONES, NATURALES DE ESTA CIUDAD
Licenciado Don Francisco de Paula y Morales, murió electo
Obispo de la provincia de Santa Marta, en la ciudad de Sevilla.
Doctor Don Francisco de Soto, graduado en Teología en la
Universidad de Salamanca, dignidad de maestre de escuela de la
Santa Iglesia Catedral de Plasencia.
Doctor Don Juan Ferro Machado, graduado en la de Sevilla,
Consultor del Santo Oficio y Comisario subdelegado de la Santa
Cruzada en esta ciudad, Visitador general de la provincia de la
Florida, Predicador y Capellán de honor de Su Majestad, Teólogo
y Examinador de la Nunciatura de España, Teniente de Vicario
general de los Reales Ejércitos y dignidad de Tesorero de la Santa
Iglesia de Valladolid, provincia de Mechoacán.
Licenciado Don Francisco de Zayas Bazán, electo primero
Racionero de la Santa Iglesia de Cuba, después Prebendado, Canónigo
y dignidad de Tesorero de la Puebla de los Ángeles.
Doctor Don Antonio de Escalante y Borroto, graduado en las
Universidades de México y Santo Domingo, Consultor del Santo
Oficio, Prebendado Canónigo Mercenario y dignidad de Chantre
de la Catedral de Cuba, Provisor y Vicario general en ella, renunció
la dignidad de Tesorero de la Santa Iglesia de Caracas a que
fue presentado y promovido; contribuyó este eclesiástico con algunas
expensas para una plataforma que labró en el castillo del
Morro de la ciudad de Cuba cierto vecino de ella, como lo refiere el
Ilustrísimo Morell en la obra y lugar que cito al margen.
Doctor Don Luis Umpierres, graduado en Teología en la Universidad
de Alcalá, Prebendado y Canónigo de la Santa Iglesia
metropolitana de México y Juez de rentas de aquel Arzobispado.
Escribió y estampó un papel en Derecho sobre el capítulo I, libro IV
de los estatutos de dicha Santa Iglesia contra los fundamentos
del Señor Maestre de escuela el año de 1725; fue varón de mucha
entereza, literatura y recogimiento.
Licenciado Don Juan de Almeyda, Canónigo de la Santa Iglesia
de Cuba.
Licenciado Don José Cordero Esquivel, graduado en Cánones
en la ciudad de México, fue presentado y promovido Canónigo
Mercenario de la Santa Iglesia de esta Isla el año de 1702, de que
no tomó posesión por su anticipada muerte.
Doctor Don Gaspar de los Reyes, graduado en México, Canónigo
doctoral de la Iglesia Catedral de Oaxaca en la Nueva España.
Doctor Don Antonio de Pimentel y Calvo, graduado en Teología
en la misma Universidad, Catedrático propietario del Maestro
de las Sentencias en ella, Calificador del Santo Oficio, Cura beneficiado
del Valle de San Francisco, Canónigo lectoral de la Santa
Iglesia de Valladolid y Visitador del Obispado de Mechoacán, de
cuya literatura y doctas obras hace honorífica memoria la Biblioteca
Mexicana.
Doctor Don José Duarte y Burón, colegial del insigne de San
Ramón, graduado en ambos Derechos en la Universidad de México,
Catedrático propietario de Instituta en ella y ad tempus de la
de Vísperas de Leyes. Examinador sinodal de su Arzobispado,
Abogado de presos del Santo Oficio de la Nueva España, Conciliario
de dicha Universidad y Canónigo doctoral de la Santa Iglesia de la
Puebla. Los actos literarios y méritos con que se halla condecorado
este eclesiástico son muy relevantes; ha impreso un papel en
Derecho sobre el diezmo que deben pagar las haciendas que siembran
y cogen el maguey de que se hace la bebida del pulque en el
Reino de Nueva España, obra muy especial y digna de sus acreditados
estudios.
Doctor Don Pedro de Recabarren, graduado en Cánones y
Leyes en la Universidad de México, Catedrático propietario en
ella de la de Clementinas, Sagrados Cánones y Decreto; su Cancelario
y Rector, Prebendado de la Santa Iglesia metropolitana
de dicha Corte.
Licenciado Don Simón de Matos, Canónigo de la Santa Iglesia de
Ciudad Real, Obispado de Chiapa, Provisor y Vicario General en él.
Dr. Don Lorenzo de Solís, graduado en Teología en la ciudad de
México, Canónigo de la Catedral de esta Isla, Provisor y Vicario
general en Sede vacante de la ciudad de Cuba.
Don Francisco Molina, Teniente de Cura de la Parroquial Mayor
de esta ciudad, murió ya presentado a una canongía de la
Iglesia de Santo Domingo en la Isla Española.
Reverendo Padre Fray José Suárez, Calificador de la Suprema,
Maestro del número de su Provincia de Santa Clara de
Montefalco de las Canarias, del Orden de San Agustín y meritísmo
Provincial de ella, varón muy religioso y docto.
Reverendo y venerable Padre Fray Manuel de San Juan Bautista,
del Orden de Nuestra Señora del Carmen de la Provincia de
Nueva España, Lector de Vísperas de Teología y de Sagrada Escritura,
Prior del Convento de Valladolid, dos veces del de México,
Rector del Colegio de Santa Ana en dicha corte, Definidor y
Provincial de la expresada Provincia, en donde murió con grande
crédito de virtuoso y ejemplar, según una relación firmada de
Fray Miguel de San José del mismo instituto.
Reverendo Padre Fray Pablo de Jesús María, del mismo Orden,
Catedrático de Moral en el Colegio de Santo Ángel en la
ciudad de México, su Rector y Prior del Convento de ella y últimamente
Provincial de su Provincia de Nueva España.
El Padre Francisco Rodríguez de Vera, de la Compañía de
Jesús, Rector del máximo Colegio de San Pedro y San Pablo de la
enunciada corte, en donde leyó con grande crédito todas sus cátedras
y escribió algunas obras de Teología moral, aunque no se han
impreso, y cuya noticia debo a la ingenuidad del Padre Francisco
Javier de Melgar, Catedrático de Filosofía y de Vísperas de Teología
en el citado Colegio y Rector del de San Ignacio de la Puebla,
nuestro benemérito compatriota.
El Reverendo Padre Fray José Rodríguez de Sanabria, del
Orden de San Juan de Dios, Prior de su Convento y Hospital de
Cartagena de Indias y Comisario general de todos los del nuevo
Reino de Granada.
Otras muchas personas de letras y virtud que han dado al
venerable clero y sagradas religiones de esta ciudad, se pudieran
añadir; pero se omiten por no hacer más dilatada esta obra.
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