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CAPÍTULO XXXII

PROSIGUE LA SERIE
DE LOS SEÑORES OBISPOS,
Y SE DA NOTICIA DE LOS AUXILIARES
QUE HAN TENIDO HASTA AHORA

 

24.—Doctor Don Diego Evelino de Compostela, de donde fue natural, electo año de 1685, y murió en 29 de agosto de 1704, mandose sepultar en el Monasterio de Carmelitas descalzas de esta ciudad, en el muro del lado del Evangelio, en cuyo lugar se conservan colocadas y distinguidas sus cenizas con la inscripción que traslado a la letra:

D.O.M.
DIDACUS EVELINO DE COMPOSTELA
ADHUC VIVENS
MORTIS HORAM, DIEM NOVISSIMUM ET AETERNOS ANNOS
IN MENTEM HABUIT.
IN TEMPLO ISTO MONIALIUM SANCTAE THERESIAE
A SE CONSTRUCTO
INTER IPSA CARMELI LILIA, ET VIRGINEOS CHOROS,
HOC SIBI PARAVIT HONORABILE SEPULCHRUM.
RECESSIT E VIVIS AETAT. LXIX, EPISCOPAT. XVIII.
DIE 29 AUG. AN. 1704.

En los cuatro ángulos de la tabla del epitafio tiene estas cuatro letras mayúsculas dentro de unos círculos, O.Q.V.F.1, colocada una de ellas en cada ángulo, sin que hasta ahora se haya descifrado su verdadero sentido, aunque han sido muchas las versiones o interpretaciones que los curiosos y eruditos les han dado, no pasando algunas de la línea de voluntarias y otras que exceden los términos a que las ceñiría la modestia y discreción de su autor, que fue según opinión común el mismo humilde y venerable prelado.

De este Ilustrísimo Pastor se conservan manuscritas algunas apreciables noticias, que no debo omitir en honor suyo y por mi propia satisfacción. Fue no menos acreditado por su doctrina que respetable por su ejemplo; a los quince años de su edad mantuvo conclusiones públicas de toda la filosofía y se graduó en esta Facultad en la Universidad de Compostela el año de 1658 y concluyó sus estudios a los diez y nueve. Fue rector y maestro de letras humanas en el Colegio de los Infantes de Toledo. Regenteó en la ciudad de Valladolid la Cátedra de Prima de Teología y obtuvo en ella en propiedad la de Metafísica, y después la de Sagrada Escritura; en el año de 1663 se graduó de Doctor en Teología, y al año siguiente recibió el mismo grado en Cánones; obtuvo por oposición cinco beneficios en el Arzobispado de Toledo. Siendo ya electo y consagrado obispo, el año de 1685, fue visitador de las señoras descalzas reales de la Corte, por bula especial de la Santidad de Inocencio XI, y predicó el sermón con que finalizó su visita en presencia de nuestro católico Rey Carlos II, teniendo por oyentes tres personas reales, tres cardenales, un patriarca, tres arzobispos, catorce grandes y veinte y dos predicadores de Su Majestad. Antes de pasar a estas partes consagró seis obispos, y confirmó 140 personas. Fue un varón desasido de las riquezas, amante de los pobres, ejemplar de humildes, celoso de la gloria de Dios y promovedor de su divino culto. Los templos que edificó en esta ciudad y obras pías que hizo en ella se expresarán cuando se trate de cada una en particular.

25.—Maestro Don Fray Jerónimo de Valdés, monje basilio, fue electo primero Obispo de Puerto Rico, y después de esta Isla, año de 1706, la que gobernó hasta 27 de marzo del de 1729. Mandose sepultar en la capilla mayor que había labrado en la Parroquial del Espíritu Santo, en donde yace su cadáver en urna que se formó en el muro del lado del Evangelio y queda levantada del pavimento del presbiterio como un estado regular de hombre y en su frente se puso esta inscripción:

QUI ORIGINEM AB IGNE DUXIT, SUB CINERE JACET
UT EX CINERE REDIVIVUS EMERGAT.
TUMULARI NESCIUS TUMULUM CINERIS SCIVIT,
QUANDOQUIDEM NE PEREAT IGNIS SUB CINERE
TUMULAVIT.
VALDE-EST
TUMULUM UT EXPIRET E CINERIBUS VITAM RESPIRET.
PARENS, PROLESQUE SUI NOVUS IN ORBE PHOENIX.
ILLMUS. AC RMUS. D.M.D. HIERONYMUS DE VALDES,
QUI DE SOLARIBUS BASILIJ CUNIS ORIRI NATUS
PRIMIGENIAS INDE LUCES, UNDE VIVERET, EXORDITUR,
UT EXPLENDOR PATRISQUE DECOR TUM CULMEN HONORIS
CUBANAEQUE DECUS MAGNUM PER SAECULA VIVAT.
EXCESSIT E VIVIS, AETERNITATI VICTURUS, PRIMO
PORTORRIQUENSIS DESTINATUS ANTISTES,
MOX CUBANAE DICECESIS PER VIGINTI CIRCITER TRES ANNOS
PASTOR VIGILATISSIMUS
AETATIS OCTOGESIMO PRIMO.
VIVAT FELICITER, AETERNUMQUE SOSPITETUR.

26.—Doctor Don Francisco de Izarregui, Deán de la Santa Iglesia de Segovia, fue electo año de 1730, y aunque no pasó a esta Isla ni se le ha dado lugar entre los obispos de ella, me ha parecido justo dárselo en esta serie, porque en esta ciudad fue celebrado por tal, luego que se tuvo noticia cierta de su presentación.

27.—Maestro Don Fray Gaspar de Molina y Oviedo, agustiniano, electo el mismo año de 1730, fue promovido antes de pasar a estas partes al Obispado de Barcelona y después obtuvo el de Málaga y los empleos de Gobernador del Supremo Consejo de Castilla, Comisario general de la Santa Cruzada, Teólogo del Concilio Lateranense y Cardenal de la Santa Iglesia Romana; murió en Madrid, año de 1743.

28.—Don Fray Juan Lazo de la Vega y Cancino, natural de la ciudad de Carmona, de la regular observancia de Nuestro Santo Padre San Francisco, fue electo año de 1731, desembarcó en Cuba el de 1732 y llegó a esta ciudad en día 13 de junio del siguiente. Ocupó meritísimamente en su Provincia de Andalucía los ministerios de más consideración, y el de Definidor general de toda la orden. Fue Teólogo de la Real Junta de la Inmaculada Concepción, Calificador de la Suprema y otras honrosas ocupaciones correspondientes al carácter de su persona, nobleza, literatura y religiosidad. Gobernó esta Diócesis cerca de 20 años y murió en el de 1752, día 19 de agosto; se le dio sepultura en la que había elegido y señalado en vida para su entierro, en el pavimento de la Capilla de San Francisco Javier de la Iglesia de su Seráfico Patriarca de esta ciudad, en cuyo mármol se labró el epitafio que dictó su profundo abatimiento, y es el que traslado, omitiendo poner los que le formó la estimación de su Iglesia y rebaño, y de que fue tan benemérito por sus singulares prendas y virtudes.

HIC RESURRECTIONEM SPERAT
FRAY JOANNES LAZO DE LA VEGA ET CANCINO,
MINORITICAE ET BETICAE PROVINCIAE
INGRATISSIMUS FILIUS,
MINORUM MINIMUS, PECCATORUM MAXIMUS,
EPISCOPORUM INDIGNISSIMUS,
IN HOC TENEBROSO LOCO INQUIT,
ILLUM AUDITE:
MISERERE MEI, MISERERE MEI,
SALTEM VOS FRATRES, ET AMICI MEI.
REQUIESCAT IN PACE
AMEN.
OBIIT DIE 19 AUG. ANNO 1752.

29.—Doctor Don Pedro Agustín Morell de Santa Cruz, natural de Santiago de los Caballeros en la Isla de Santo Domingo, fue electo año de 1753 y llegó a esta ciudad el 7 de enero del siguiente. Obtuvo primeramente la canongía doctoral de la Santa Iglesia Metropolitana de la Española, y el Provisorato y Vicaría general de esta ciudad, del que pasó el año de 1721 al Deanato de la Catedral de Cuba, en que permaneció hasta el de 1747, que pasó a ser Obispo de Nicaragua, cuya silla ocupó poco tiempo por su breve promoción a la de esta Isla, que hoy goza y llena felizmente.

A la serie de los Ilustrísimos Prelados de la Iglesia de Cuba, que he reducido a éste y al antecedente capítulo, parece que se pueden añadir con bastante probabilidad otros dos sujetos de que no se tenía hasta ahora ninguna noticia, la cual he hallado autorizada del gravísimo cronista de la religión seráfica, que nos la da muy circunstanciada en la obra y lugar que cito. En él refiere que por un consistorio secreto celebrado en la Corte Romana a los cinco de diciembre de 1520, consta fue el primer Obispo de Cuba Don Jorge de Priego, Prior de San Marcos de León, del orden de Santiago; que el año de 1596 fue electo para la misma dignidad Don Fray Esteban de Ursisa, Maestro Provincial de la del Santo Evangelio de México, que renunció la expresada mitra y las de Mechoacán y Campeche, con edificación de aquella Metrópoli.

Esta especie, aunque tan nueva y singular entre los escritores más exactos de Indias, no me ofrece ninguna duda en cuanto a la nominación de estos prelados, y solamente encuentro dificultad en orden a la primacía del Señor Priego, porque como dejo asentado con la autoridad de Antonio de Herrera, fue nombrado desde el año de 1518 Fray Julián o Fray Juan Garcés para este Obispado, persuadiéndome la anterioridad de la fecha a que fue primero éste que aquel, electo el año de 1520, no obstante que se cite y produzca un monumento tan auténtico como el acto consistorial, porque evidenciándose del mismo apéndice del Reverendísimo Padre Cronista que en ellos no se hallan notadas o escritas otras provisiones de igual clase, es muy posible que se omitiese también la del Maestro Garcés, sin que éste sea motivo ni fundamento bastante para dar al Señor Priego la prelación que en mi dictamen tuvo aquel, y que mucho menos pudo haber obtenido Don Fray Juan Suárez, a quien Su Reverendísima parece se la concede, afianzado en el célebre analista Wadingo, porque, como se verifica la historia general de Herrera, este prelado pasó a las Indias provisto Obispo del Río de Palmas y Provincias de la Florida el año de 1527, mucho tiempo después que el nominado Señor Priego a quien cita, y otras personas fuesen presentadas para el de Cuba, a quien no estaban entonces anexas aquellas partes.

La renta que disfrutan los Señores Obispos de esta Diócesis, así de la gruesa decimal como de ovenciones y patronatos, excede la cantidad de veinte y siete mil pesos anuales.

Desde el Ilustrísimo Valdés han tenido todos los que le han sucedido en la mitra obispos auxiliares, conseguido el primero a presentación del Señor Evelino, su antecesor, quien propuso (aunque no logró por haber muerto antes) al Licenciado Don Dionisio Recino, Cura Rector de la Parroquial de San Cristóbal y su Provisor y Vicario general, que fue electo con el título de Obispo de Adramite por auxiliar de Cuba, año de 1705, y se consagró en la ciudad de Mérida de la Provincia de Yucatán el de 1709; falleció de 66 años de edad en 12 de septiembre de 1711 y se enterró bajo el presbiterio de la iglesia de recoletas de Santa Catalina de Sena de esta ciudad, cuya fundación fue muy adelantada por este insigne varón antes de ser obispo. Pondré la inscripción latina que imprimió en la losa de su sepulcro el dolor y la fineza de sus compatriotas, cediendo la dureza del mármol a pocas porfías del cincel, humedecido o docilitado a copiosos riesgos de sus oriundos, de quienes fue universalmente amado y a correspondencia sentido; porque en este sujeto se verificó lo que rara vez sucede, haber sido profeta en su patria, porque en ella tuvo todo el honor y estimación que por sus prendas merecía. El epitafio dice así:

D.D.D. DIONISIUS RECINO
ADRAMITENSIS PONTIFEX, PRIMUS PATRIAE
DIOECESIS PRIMUS AUXILIARIS CUBANAE
PRIMUS OMNIBUS, ULTIMUS IPSE SIBI.
SAT PRO LAUDE:
FACTUS EST, QUIA NOVISSIMUS PRIMUS
SATIS LAUDIS;
RUBESCAT NE FORTE PALIDUS CINIS
QUIA SUO TANTUM GLORIABATUR IN CINERE.
MIGRAVIT LUCE DIE 12 SEPTEMBRIS ANNO DNI. 1711
AETATIS SUAE 66, EPISCOPATUS 6.

Las virtudes y circunstancias de que fue adornado este respetable pastor corren impresas en la parentación fúnebre que hizo en sus exequias el Reverendo Padre Fray Juan Tomás Menéndez, natural de esta ciudad, Lector entonces de Prima de su Convento de Nuestro Padre San Francisco de ella, la que estampó en México Don Martín de Veytia, Oficial de la Real Hacienda en el puerto de la Veracruz, a quien hizo el amor a este suelo más patricio que vecino.

Don Fray Francisco de S. Buenaventura Tejada, franciscano de la provincia de Andalucía, Obispo titular de Tricali, que nominó por auxiliar y trajo consigo a Cuba el Ilustrísimo Lazo. Fue electo el año de 1732 y llegó este mismo a la Habana por el mes de noviembre, se consagró en México el de 1734, y habiendo vuelto a esta ciudad y pasado a residir a la Florida, se mantuvo allí hasta que el año de 1745 fue promovido al Obispado de Yucatán y de éste al de Guadalajara, en donde falleció santamente.

Doctor Don Pedro Ponce Carrasco, de quien dejo hecha ya memoria, se consagró en esta ciudad con el título de Obispo de Adramite en 3 de diciembre de 1747, en cuyo año fue electo.2

Al Señor Recino se le consignó por el Rey de congrua anual tres mil pesos sobre los dos reales novenos de este Obispado y vacantes los de Nueva España, y el Obispo le acudía con mil pesos de su renta; pero habiéndose tocado después eran defectibles los dos ramos expresados, se le mandaron pagar de los derechos de almojarifazgo de esta ciudad por ser efectivos; ahora percibe el actual 1,200 pesos anuales.

Fuera del tribunal ordinario eclesiástico de que dejo dada razón, y que en el presente pontificado se halla dividido en un provisor, un juez de testamentos y un visitador de capellanías, hay también en esta ciudad el del Santo Oficio que se forma de un comisario, alguacil mayor, notario, receptor y otros ministros consultores y familiares que nombran los señores inquisidores de Cartagena para el pronto expediente de los negocios que puedan ofrecerse tocante a él, y para la promulgación de los edictos de fe.

1. Las cuatro letras iniciales que se hallan colocadas en las cuatro esquinas de la lápida que cubre el sepulcro de Illmo. Señor Don Diego Evelino de Compostela, expresan de un modo enérgico y sublime, los heroicos esfuerzos que este Ilustrísimo Prelado hizo en obsequio del culto y de la piedad cristiana. Esfuerzos superiores sin duda a los débiles recursos que ofrecieran a su celo pastoral las escasas rentas de que gozaba la mitra en aquella época.

Estas cuatro letras O.Q.V.F. forman parte del verso once del salmo ciento trece que dice así: Omnio Quæcumque Voluit Fecit: hizo todo lo que quiso. Y en las que nos da el profeta una idea luminosa y exacta del poder de Dios.- Fray Remigio Cernadas.

El corazón de este Obispo lo conservan en una redoma con alcohol las RR. MM. Carmelitas do esta ciudad, y lo tienen colocado en el coro alta. Se les entregó por disposición de dicho Illmo. Obispo que quería que su corazón quedase entre sus hijas.

2. La consagración de este Obispo, Doctor en Cánones de nuestra Universidad de Setiembre de 1735, motivó algunas dudas, y reunidos los Claustros de Sagrada Teología y Sagradas Cánones, sus ilustrados miembros emitieron sesudas y comprobadas opiniones sobre si debían ó no considerarse como Dignidades eclesiásticas el Prior Provincial y el Provincial de las órdenes de Santo Domingo y S. Francisco, dudas que se suscitaron porque en las Bulas se ordenaba que fuera consagrado por Dignidades: aceptado el parecer de los dos Claustros, recayó la aprobación de S. S. en que declaraba legal y canónicamente ajustada la consagración por ser realmente ambos Superiores Verdaderas Dignidades eclesiásticas.-Consta en el Libro de Consultas de la Universidad, las opiniones de la mayor parte de los asistentes.


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