

ALEI I SARI.
-AQUÍ en mi Cuba, querida Sari,
Dó en yerdes montes i frescas playas
Se mecen juncos i pitajayas,
Brillan las rocas i el caracol;
Dó todo hechiza, todo seduce,
Sobre los aires, junto las fuentes...
¿Por qué me engañas, por qué me mientes
A donde luce tan bello el Sol...?-
-Yo no te engaño, por que te adoro
Como las aves aman su nido,
A mis amores tu yas unido,
Con tu sonrisa vivo feliz:
Te quiero tanto, cual los bejucos
A los atejes a que se abrazan,
A ti me enlazo como se enlazan
Las mismas hebras de una raiz.-
-Pero tú llegas, cubana mia,
Finjiendo amores i dulce esceso...
Pero me estrechas en tu embeleso
Con el abrazo que da el jagüei:
Le pide al cedro benigno apoyo,
El lo liberta de que scuumba,
Crece, lo ahoga... se alza en su tumba
De las praderas único rei.
Así te enlazas a mi garganta
Con esos bellos, redondos brazos
Que son ¡oh Sari! que son los lazos
Con que me llevas a tu prisión:
Jagüei que llegas temblando, Sari;
Yo, cedro, acojo tus risas gratas,
Te doi amparo... creces, me matas
I eres la reina del corazón.-
-A tí yo llego, querido mío,
Como a la márjen de fresco arroyo,
Junto a la palma buscando apoyo
Va entre suspiros el curujei:
Nunca traspasa su corto espacio,
E1 tronco adorna con bellas flores,
Le da frescura, vida i amores
A la palmera del Sibonei.
Detiene el aire sobre sus hojas
I los murmullos del claro rio,
Se llena de agua con el rocío
I la sostiene con su verdor:
Al tibio rayo de blanca Luna
Se muestra puro, gracioso i bello;
De la palmera se alza en el cuello:
Lazo de cintas a su redor.
¡Oh! yo te busco, porque te adoro;
Tú nunca temas amor tirano,
Porque te estrecho, puro cubano,
Con el abrazo del curujei.
Sin tí no vivo, sin tí padezco,
Sin tí entre penas, cubano mío...
Se van mis dichas, i en mi bohío
Sin tí me quedo baracutei.-
-Oh! tú lo dices, vírjen ingrata,
Cierto es que adorna con bellas flores,
Que con las brisas le da rumores
A la palmera del Sibonei;
Que lento sube sosten pidiendo,
Que no traspasa su estrecho nido,
Mas así débil i recojido
Seca a las palmas el curujei.
Yo soi la palma que te recojo
Al ver que débil temblando llegas,
Jimes i lloras i te desplegas,
I yo te halago por compasión:
Mas luego, Sari, con dulce beso
Ai! de mis venas bebiendo el jugo,
Entre caricias eres verdugo
Que vas secando mi corazón.-
-Perdón ¡oh cielos! hermoso indiano,
Quise decirte que te quería,
También engaña: yo no sabía
Que falso mata como el jagüei.
Oh! si a la palma que en torno ciñe
Así la seca con mano ingrata,
Si así la oprime, si así la mata,
No soi entonces el curujei.
Seré paloma de los pinares
De blanca pluma de ricas alas,
La que te acoje bajo sus alas
Como tu amiga constante i fiel:
Sí, de estos bosques en los confínes
Bajo los cedros de fresca loma,
Entre los lirios... soi la paloma
Que vuela en torno de tu verjel.-
-Así te quiero, preciosa Sari,
Si es la paloma tu fiel retrato,
Oigo tus votos i me arrebato,
Porque tú entonces sabes amar:
Entre las aves de mis colinas
Oh! no es posible que tú me dejes:
Bajo los cedros i los atejes
No cesaremos de suspirar.
En estas verdes, frescas tabanas,
Tú mi tojosa, mi tocororo,
Miro tus gracias i mas te adoro
Que a los behiques i a los Semís:
Yo soi un indio que te idolatro
I aquí te espero bajo la seiba:
Soi puro i noble, nací en la Cueiba,
Bella provincia de mi pais.
Oh! cara Sari, paloma mía,
Que descuidada por los caminos
Jimes a solas bajo los pinos
A las orillas del babinei:
Soi valeroso, i a nada temo
Si tú me sigues en mi piragua,
Ni a los casiques de Barajagua,
Ni a los casiques del Camagüei
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