VOLVER    A    CUBA

 

	                          I
						
¡Oh! si una vez no más, si un solo día
A ver volviera tu esplendente cielo
I a respirar tu brisa, Cuba mía.
Si un solo rayo de tu sol ardiente,
Rayo de amor i vida,
Tornara a herir mi marchita frente!
Si una hora, si un instante
Aspirara el perfume de tus flores!
Si una gota no más de tus raudales
Templara de mi labio los ardores!
Si un eco de los himnos celestiales
Que levantan tus bosques i tus ríos
Otra vez en mi oído resonara,
Fuego entonces i amor, luz, poesía,
Inspiración i encanto
Hincharan a la vez el alma mía
Para romper en lágrimas i en canto!
	
			II
		
De rodillas i cruzando
ambos brazos sobre el seno,
a Dios invocara, lleno
de ferviente adoración;
i sobre mi pecho herido,
en lugar de amargo llanto,
cayera el bálsamo santo
de dulce consolación.
I del arpa cuyas cuerdas
hoi están mudas i rotas,
sacara valientes notas
de fé, esperanza i unción;
i al alzar la voz al cielo,
huyendo del son saldría
la devoradora arpía
que anida en mi corazón.
Cantara cuantos primores
dentro de su seno encierra
aquella bendita tierra,
virjen esposa del mar;
i de la ilusión dorada
el fénics renacería
de entre la ceniza fría
donde hoi lo entierra el pesar.
En vez de este cielo opaco
i de esta tierra sin flores,
viera un sol todo esplendores;
viera un inmenso jardín.
No la mortaja del hielo,
sino perlas del rocío;
no un largo invierno sombrío,
mas primavera sin fin.
Loma azul, floridos bosques
vestidos de verde i gualda,
i en campiña de esmeralda
sierpes de plata i cristal.
Albas en que los Semíes
bajan en nubes rosadas,
i noches en que las hadas
danzan tras áureo cendal.
Bellos músicos del alba
el cabrero i el sinsonte,
en las entrañas del monte
trinando oyera a la par;
i entre blancos cuyujíes
desatada blandamente,
el murmurío de una fuente
que también quiere cantar.
En la rama del ateje
arrullarse dos tojosas:
entre flores i entre rosas
zumbar el verde guaní:
crujir la yagua en la palma,
el bambú jemir doliente
i susurrar dulcemente
la brisa en el macorí.
Embriagado con perfumes
de aguinaldos i azahares,
al rumor de los palmares
i a la sombra del copei,
imajinara que oía,
en el espacio perdido,
del guamo el ronco sonido
i el areito sibonei.
Viera cruzar a lo lejos
hendiendo espumantes aguas
los guairos i las piraguas
a empuje del bogador;
i en el canei bellas indias
danzando el son de atabales,
lijeras como zorzales
i ardientes como el amor.
¡Mas ai! - ¿Para mí que fuera
Cuba sin tí, madre mía?
Tornárase tumba fría,
antro sin aire i sin luz;
cementerio de venturas
cárcel de esperanzas bellas,
cielo sin sol, sin estrellas,
envuelto en negro capuz.
¡No! - para gozar la dicha
de tornar al patrio suelo,
ha de saciarse el anhelo
que más vivo siento en mí.
Has de verme i he de verte,
abrazarnos dulcemente;
darme tú un beso en la frente,
yo otro beso darte a tí.
Enmudecer de alegría
i hablar con solo un sollozo:
derramar llanto de gozo,
dar suspiro de alegría:
sentir tan viva ventura
que casi arrebata el seso;
i volver a el dulce beso
i a los brazos volver.
Ambas almas confundirse
en celestes sensaciones,
i ardiendo los corazones,
latir a un compás los dos.
Pensar quién nos da esa dicha,
de dó viene gozo tanto,
i alzar, aun lleno de llanto,
los ojos buscando a Dios! 
	
                          III 
	
Mas si no he de gozar ventura tanta,
Si huérfano infeliz, el patrio suelo
Tengo de hollar con estraviada planta,
Quédate, Cuba, a Dios...! Mas vale el hielo
La sombra triste i el continuo duelo
De la extranjera tierra,
Que cuanto allá en tu seno
De luz, de amor i de beldad se encierra,
Si de la madre cara
Al ver tu cielo i respirar tu brisa
La dulce bienvenida no encontrara.
	 
           Miguel Teurbe Tolón y de la Guardia.
                    20 Sep 1820 - 16 Oct 1857

 

 

 

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