I
¡A la lid, holguineros valientes!
¡no temáis del tirano la saña!
¡ni dobléis como siervos la frente
ante el déspota inicuo de
España!
II
¡Somos libres! Lo anuncia el sonido
que se esparce del viento en
las alas,
del cañón el tremendo estampido
y el continuo silbar de
las balas.
III
¡Libertad, libertad! A tu nombre
late el alma de gozo en el pecho.
¡Libertad, libertad! Por ti el hombre
deja alegre su bien y su
techo.
IV
Que es mil veces más dulce una fosa
que la vida en silencio
profundo;
y en la paz del esclavo oprobiosa,
justa befa y escarnio
del mundo.