-¿Qué trabajas, herrero? -¡Una cadena! -¡Cadena que tal vez lleve un hermano! -¿Dónde vas, pescador? -La mar serena mí red de hermosos peces veré llena... -Ve, tráelos al banquete del tirano. -¿Qué aras, labrador? -La tierra dura Donde florecen el café y la caña. -¡Vana es tu industria, tu afanar locura! Para ti es la fatiga y la amargura, ¡El oro y las cosechas son de España! -¿Qué corta, leñador, tu hacha pesada? -¡Árboles de vigor y pompa llenos! -¡Detente, que la patria está enlutada; A cada golpe de tu mano osada Hay un cadalso más y un árbol menos! -Di, ¿qué meces, mujer, en esa cuna? -¡Un niño! En él mis ojos siempre clavo. -Pese, oh madre infeliz, a tu fortuna Desvelada te encuentran sol y luna, Y al fin le das al déspota otro esclavo.
José Agustín Quintero