Obispos de Cuba
18 de Febrero de 1959
No en vano se dijo en fecha memorable que de los revolucionarios dependía que la Revolución cuajara o triunfara definitivamente: los que ganaron la guerra habrían de ganar la paz. Con innegable autoridad se añadió aquella misma noche, por quien hablaba con el respaldo del pueblo entero de Cuba, que los únicos que podrían hacer fracasar su magnífico triunfo eran los mismos revolucionarios.Los Arzobispos y Obispos católicos de Cuba somos de los que mantienen la llama viva de la esperanza. No vemos razón para desconfiar de los que se presentan tan bien intencionados.
Pero se están barajando en el sector educacional conceptos equívocos que a la larga podrían crear confusión en la mayoría católica del pueblo de Cuba.
Decimos en "la mayoría", porque recientes estadísticas, hechas con todo rigor científico, han dado para Cuba un 95% de católicos, y un 5% de protestantes y adherentes. Nos creemos en el deber de orientar a esa mayoría de nuestros fieles, a la vez que saludamos y nos dirigimos con benevolencia a las otras minorías de cubanos.
Lo propio nuestro es asentar ciertos principios generales, de los que Uds. mismos puedan sacar consecuencias prácticas.
Es la familia la célula primordial de la sociedad; el derecho a educar a los hijos corresponde en primer lugar a los padres, como una consecuencia de la generación natural. Dejen los gobernantes de todos los países que los padres de familia cumplan su misión, por sí mismos o por los colaboradores que libremente escojan, porque los derechos de los padres de familia son anteriores a los derechos del Estado.
Felizmente la Constitución de la República de Cuba se hace eco de este clamor de la naturaleza y declara en el articulo 44: "Los padres están obligados a alimentar, asistir, educar e instruir a sus hijos... La Ley cumplimiento de estos deberes con garantías y sanciones
A mayor abundancia, ¿no ha sancionado Cuba el párrafo tercero del artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre (Naciones Unidas, 10 de Diciembre de 1948) que estipula: "Los padres tienen derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos"?
No podemos olvidar aquel solemne fallo de la Corte Suprema de los Estados Unidos de América, citado por el Sumo Pontífice Pío XI en su Encíclica "Divini Illius Magistri": "La teoría fundamental de la libertad sobre la que descansa todo el gobierno de la Unión excluye toda potestad general del Estado para establecer un tipo uniforme de educación de la juventud. Obligándola a recibir la instrucción en las escuelas públicas solamente. Porque el niño no es una criatura del Estado: quienes lo crían y dirigen tienen el derecho, junto con el alto deber, de educarlo y prepararlo para que cumpla todas sus obligaciones".
Pero ¡qué difícil es sacar las últimas consecuencias de doctrinas tan claras! En Noviembre de 1957 recibía el Papa Pío XII, al Primer Congreso Internacional de Escuelas Privadas de Europa. Y decía ante aquella magna asamblea: "El Estatuto que un país reserva a la escuela libre refleja con bastante exactitud el nivel de vida espiritual y cultural del país mismo.
Con frecuencia en efecto, la libertad, admitida en teoría, es de hecho limitada y aun combatida, a lo más. es tolerada, cuando el Estado se cree poseedor en materia de enseñanza de un verdadero monopolio".
Esto es, queridos hijos, lo que nos inquieta en estos momentos.
¿Será cierto que de espaldas a la mayoría católica abrumadora del pueblo de Cuba se gesta una reforma educacional que desconoce estos principios fundamentales de Derecho Natural? ¿Serán ciertos los rumores de unificación escolar, las amenazas de control estatal excesivo, las exigencias de títulos de capacidad negándose en la práctica la facilidad de obtenerlos; el desconocimiento de los procedimientos internacionales de equiparación; la negación de los derechos adquiridos y el efecto retroactivo anticonstitucional de leyes que parecen inmediatas?
Da lugar a estos rumores el hecho sensible de que faltan representaciones de los Padres de Familia y de los educadores de enseñanza privada en los organismos directores de la reforma.
Afirmamos una vez más que confiarnos en el recto criterio de lo gobernantes delegados del pueblo de Cuba; pero también exhortamos mismo pueblo y en especial a su mayoría católica, que tanto ha luchado por la liberación nacional, que sepa exigir de sus gobernantes que no traspasen los límites de la función educadora del Estado: vigilar, proteger. defender, promover y hasta suplir la iniciativa privada en la enseñanza: pero nunca absorber la enseñanza privada.
Pero hay un campo donde tiene especial aplicación esta doctrina radiante de la libertad de enseñanza. El 95% de los cubanos son católicos; el 95% de los cubanos reclaman la libertad: no quieren seguir condenados a la ignorancia en materia religiosa. Hemos sacudido otros yugos, para permitir que siga éste, el más pesado e intolerable. No insistimos en derechos de grupos religiosos aunque sean mayoritarios; no acudimos al origen divino de esos derechos; nos basamos en los derecho de los ciudadanos libres de Cuba.
El pueblo de Cuba en el año de la liberación se sentirá defraudado si no consigue que en la escuela privada y en la escuela pública se enseñe a los niños cuyos padres lo pidan, la religión que ellos profesan.
Y lo han de conseguir, porque no se ha dicho en balde que el pueblo es el que manda; lo han de conseguir, porque el precepto constitucional de separación entre la Iglesia y el Estado no significa que el Estado cubano sea ateo o enemigo de cualquier religión establecida legalmente en la República, sino que es neutral en materia religiosa, en señal de lo cual se lleva en el Ministerio de Justicia un registro de religiones.
No se cierren los ojos a hechos patentes del mundo actual. En Brasil se ofrece enseñanza religiosa en las escuelas públicas de acuerdo con 1a voluntad de las familias, aunque no existe unión oficial entre la Iglesia y el Estado que es neutro en materia religiosa, según la Constitución.
En Bolivia el líder del Movimiento Nacional Revolucionario, Paz Esténsoro, sancionó en 1956 la reforma educacional incluyendo en 1a misma la enseñanza religiosa "de acuerdo con las aspiraciones y derechos de la mayoría del pueblo".
Guatemala acaba de establecer en 1958 la enseñanza optativa de la religión en las escuelas públicas.
Tienen enseñanza de religión en las escuelas públicas casi todos los países de América: Colombia, Ecuador, Perú, Estados Unidos (en algunos estados), etc.
El ejemplo de Francia es aleccionador por ser la cuna del laicismo extremo. Francia tiene señaladas horas para la Religión en los primeros grados de las escuelas primarias; Francia permite a los Capellanes enseñar Religión en algunas escuelas oficiales secundarias.
Egipto prescribe la Moral, la Religión y la Cívica para la enseñanza primaria. La religión en las escuelas del Estado es el Corán y el Cristianismo: ambos se enseñan, según lo piden las familias. Lo nuevo de 1958 ha sido obligar a las Escuelas Privadas a enseñar también el Corán para los alumnos musulmanes que las frecuentan, dejando el cristianismo para los alumnos cristianos. El Estado paga a los profesores musulmanes de las escuelas privadas.
Polonia firmó el 8 de Diciembre de 1956 un acuerdo entre la Iglesia y el Estado. Se puede enseñar Religión en las escuelas primarias y secundarias del Estado, como materia optativa y a petición de los padres de familia. Se ha publicado ya el reglamento del acuerdo. El Ministerio de Instrucción Pública ha recomendado que se respete la libertad de conciencia de los alumnos y de los padres de familia.
En cambio en Hungría el gobierno de Janos Kadar anuló la ley que permitía la enseñanza religiosa en las escuelas públicas. Es la tendencia de los gobiernos Comunistas.
Y ahora preguntamos al Gobierno y al pueblo de Cuba: ¿Al lado de quién se alínea Cuba en estos momentos? Los ojos del mundo están fijos en nosotros; a la propaganda e información católica norteamericana, canadiense, europea, sudamericana, se debe en gran parte el cambio favorable que se va notando hacia la revolución cubana en sus aspectos más sorpresivos: justicia, reforma agraria, planteamientos económicos y laborales, etc. Véase el magnifico editorial de "América", revista católica de New York. Estas mismas agencias tienen noticias de lo que se hace en Cuba en el plano educacional. Cuando pedimos nuestros derechos, no estamos solos; nos respalda la opinión pública y la prensa nacional y extranjera.
Ejemplo aún más concreto de ataque a la libertad de enseñanza es la desdichada Ley Once.
Se la ha calificado de inconsulta, festinada e inarticulado. Se ha dicho que los enemigos de la revolución no hubieran hecho otra cosa que la Ley Once, si trataran de crear dificultades insolubles. Lo menos que puede decirse de ella es que está exigiendo una revisión total.
La Ley Once tiene varios tristes privilegios; el más trágico es el de introducir una profunda división entre los jóvenes cubanos a los 13 días de la liberación nacional.
La Ley Once mezcla confusamente Universidades y estudiantes de muy distinto prestigio nacional e internacional sanciona por igual a maculados e inmaculados; no equipara, sino rebaja; no premia a los combatientes de la liberación, como se premia en todas las naciones a los veteranos de las guerras: es negativa en todos conceptos. El Gobierno y el pueblo de Cuba no pueden permitir que se diga en el mundo que existe una Ley Once.
La justicia pide que se examine cada caso; que se cierre la Universidad que se pruebe venal; que se anulen las notas compradas. los títulos regalados; pero la misma justicia prohibe que se tire el fango de la deshonra indiscriminadamente a alumnos, a profesores, a examinadores, a miembros de colegios profesionales... a nuestra prestigiosa Universidad Católica de Villanueva.
Nos consuela, queridos hijos, ver que estáis en pie, en defensa de vuestros derechos, sabed que delante de vosotros están todos los Arzobispos y Obispos Católicos de Cuba.
La Habana, 18 de Febrero de 1959Firmado:
+Manuel, Cardenal Arteaga, Arzobispo de La Habana.
+Enrique, Arzobispo de Santiago de Cuba.
+Alberto, Obispo de Matanzas.
+Evelio, Obispo de Pinar del Río.
+Carlos, Obispo de Camagüey.
+Alfredo, Obispo Auxiliar de La Habana.