La verdad quiere cetro. El verso mio Puede, cual paje amamble, ir por lujosas Salas, de aroma vario y luces ricas Temblando enamorado o en el cortejo De una ilustre princesa, o gratas nieves Repartiendo a las damas. De espadines Sabe mi verso, y de jubón violeta Y toca rubia, y calza acuchillada Sabe de vinos tibios y de amores Mi verso montaraz; pero el silencio Del verdadero amor, y la espesura De la selva prolífica prefiere: ¡Cuál gusta del canario, cuál del águila!