Sed de Belleza


	Solo, estoy solo: viene el verso amigo,
	Como el esposo diligente acude
	De la erizada tórtola al reclamo.
	Cual de los altos montes en deshielo
	Por breñas y por valles en copiosos
	Hilos las nieves desatadas bajan -
	Así por mis entrañas oprimidas
	Un balsámico amor y una avaricia,
	Celeste de hermosura se derraman.
	Tal desde el vasto azul, sobre la tierra,
	Cual si de alma virgen la sombría
	Humanidad sangrienta perfumasen,
	Su luz benigna las estrellas vierten
	¡Esposas del silencio! -y de las flores
	Tal el aroma vago se levanta.
	
	Dadme lo sumo y lo perfecto: dadme
	Un dibujo de Angelo: una espada
	Con puño de Cellini, más hermosa
	Que las techumbres de marfil calado
	Que se place en labrar Naturaleza.
	El cráneo augusto dadme donde ardieron
	El universo Hamlet y la furia
	Tempestuosa del moro: -la manceba
	India que a orillas del ameno río
	Que del viejo Chichén los muros baña
	A la sombra de un plátano pomposo
	Y sus propios cabellos, el esbelto
	Cuerpo bruñido y nítido enjugaba.
	Dadme mi cielo azul..., dadme la pura,
	La inefable, la plácida, la eterna
	Alma de mármol que al soberbio Louvre
	Dio, cual su espuma y flor, Milo famosa.