Todo soy canas ya, y aún no he sabido Colmar mi corazón: como una copa Sin vino, o cráneo ........, rechazo La beldad insensata: - y el sentido ¡Ay! no lo es sin la beldad. ¡EI sumo sentido es la beldad! ¿en qué soñadas Cárceles, nubes, rosas, joyas vive La que me rinda el corazón y dome Con doble encanto mi ansia de hermosura? Con su bondad me obliga la que en vano Quiere mi mente acompañar: la astuta Que con ágil belleza y luces de oro Llega volando, y en mis labios secos Bebe la última miel, y en mis entrañas Con el ala triunfante se abre un nido,- Antes que el sol que me la trajo abroche Su cinto rojo al mundo, antes que muera El insecto que vive sólo un día, Ya me enseñó la máscara, y la horrenda Desnudez y flacura de los huesos. Como vapor, como visión, como humo, Ya la beldad de las mujeres miro. Velos de carne que el tablado esconden Donde siega cabezas el verdugo O al más alto postor, cual bestia en cueros, Vende el rematador la mercancía. Feria es el mundo: aquélla en blando encaje Como un cesto de perlas recogida; Aquella en sus cojines reclinada Como un zafiro entre ópalos; aquella Donde el genio sublime resplandece En el alma inmortal, cual vaga el fuego Fatuo entre las hediondas sepulturas, Ni fuego son, ni encaje, ni zafiro Sino piara de cerdos. ¡Flor oscura, A ti, para morir, el alma ansiosa Tras sus jornadas negras se encamina! Tú no te pintas, flor del campo, el rostro Ni el corazón: no sepas, ay, no sepas Que no aplacas mi sed, pero tu seno Honrado es sólo de ampararme digno. Mancha el vicio al poeta, o la locura De amar lo vil: con la coraza entera Ha de morir el hombre: ¡me lastima Ya la coraza! : endulza, novia, endulza El dolor de dejarte: luego, luego Será el festín: ¿no ves que donde muere El hueso nace el ala?: ¡tú de estrellas Sabes y de la muerte: tú en las ruinas Reinas, flor de bondad, dulce señora Del páramo candente, o el fragoso Campo de lava en que el jardín expira! En las luchas de amor las palmas rindo A la virtud constante y silenciosa. |