Vino el amor mental: ese enfermizo Febril, informe, falso amor primero, ¡Ansia de amar que se consagra a un rizo, Como, si a tiempo pasa, al bravo acero! Vino el amor social: ese alevoso Puñal de mango de oro oculto en flores Que donde clava, infama: ese espantoso Amor de azar, preñado de dolores. Vino el amor del corazón: el vago Y perfumado amor, que al alma asoma Como el que en bosque duerme, eterno lago, La que el vuelo aún no alzó, blanca paloma. Y la púdica lira, al beso ardiente Blanda jamás, rebosa a esta delicia, Como entraña de flor, que al alba siente De la luz no tocada la caricia. |