En un Dulce Estupor

	En un dulce estupor soñando estaba 
Con las bellezas de la tierra mía: 
Fuera, el invierno lívido gemía, 
Y en mi cuarto sin luz el sol brillaba.
 
La sombra sobre mí centelleaba 
Como un diamante negro, y yo sentía 
Que la frente soberbia me crecía, 
Y que un águila al cielo me encumbraba.
 
Iba hinchando este gozo el alma oscura, 
Cuando me vi de súbito estrechado 
Contra el seno fatal de una hermosura: 

Y al sentirme en sus brazos apretado,
Me pareció rodar desde una altura 
Y rodar por la tierra despeñado.
 
4 de octubre
 
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