Oh Quien Me Diera
Oh, qn. me diera
Palabrilla ruin espejo oscuro
De la inmortal Belleza
Anfora burda de esencial perfume
Vaina arrugada de luciente acero
Desprenderme de ti, cual de sí arroja
Su ominoso disfraz bufón cansado.-
l os labios, como tajos, como dique,
Cercan el pensamiento: - que
Sube en una alborada
Y sale en riachuelo atormentado.
De pie cada mañana
Junto a mi duro lecho está el verdugo
Brilla el Sol, nace el mundo, el aire ahuyenta
, del cráneo la malicia.
Y mi águila infeliz, mi águila blanca
Que cada noche en mi alma se une
Al alma universal, las alas tiende
Y camino del Sol emprende el vuelo.-
Y silencioso el turbio verdugo
De un nuevo golpe de puñal, le quiebra
El fuerte corazón cada mañana.
Sin piedad y sin duda, con sus férreas
Manos baja cada mañana: -
Y en
Por entre pies, ensangrentado, rota
De el águila se arrastra
¡Oh, noche, sol del triste! seno amable
Donde su fuerza el corazón renueva -
Perdona
De mujer libre y pura, el que yo pueda
Besar tus pies, y
Ceñir tu frente y calentar tus manos! -
¡Libre, esta noche, del verdugo! -
¡Oh, dale; a quien dé, con la primera
Alba, una limpia y redentora espada! -
¿Que con qué la has de hacer? ¡Con luz de estrellas!
Se la siente venir. Como palacio
En ruina que postrado mayordomo
Con mano vacilante arregla y limpia
A la venida de la reina, el cráneo
En fiesta y confusión aguarda el verso.-
Si me decís, oh diarios, oh tremendos
Y caros decidores, que a sus plantas
De amarla presa, un amador ferviente
De un golpe de puñal rasgóse el pecho.
Que es muy cierto diré - y quien la ha visto
Años y pueblos sin consuelo cruza
De un triste amor el pecho traspasado,
Oh mística virtud, flor de belleza.-
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