Señor, aún no ha caído El roble, a padecer por ti elegido; Aún suena por su fibra Rota el eco del golpe: aún tiembla y vibra Dentro el tronco el acero, al aire el cabo: Aún es por la raíz del suelo esclavo: Señor, el hacha fiera Blande y retiemble, y este roble muera.