En los Tiempos ...

	En los tiempos de la maravilla
	Hubo una crueldad sumamente grande:
	Claváronle a un hombre
	Un hierro encendido
	Junto a la tetilla
	Y dijéronle: ¡ande!

	El anduvo una vida asombrosa:
	Si se erguía, el hierro humeante
	En el calor de su dolor nutrido
	Por los ambos costados se salía
	Y en los brazos clavábase triunfante:
	Si reclinarse y reposar quería
	De las artes de los hombres.
	Sorprendentes y extrañas,
	Con todo su peso el hierro oprimía
	En sus..., en sus nobles, en sus castas entrañas.
	 
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