¡Hala, Hala!

	¡Hala, hala!
	¡Da vueltas a la noria, arrastra el ala! 

	Rosa que alegra el aire al sol que asoma
	De aires te deja ¡estúpida conseja!
	Y ven en la olla negra a echar tu aroma.

	Alma, que dulcemente te consumes,
	Y en esta muerte ves sabrosa suerte,
	¡Almas abajo, abajo los perfumes! 

	La vida es un molino:
	Hay que ganar el pan y hacer el vino. 

	Ya sé que vas sangrando y malherida,
	Y a cada gota de tu sangre brota
	Una cruz de jacinto florecida. 

	Ya sé que a cada noche alzas el vuelo
	A las estrellas y que bajas de ellas
	Con un dolor tan grande como el cielo. 

	Morir es un deleite:
	Pero un tirano nos echó a la vida,
	Y a la terrible lámpara encendida,
	¡Alma infeliz! hay que nutrir de aceite. 

	¡Hala, alma, hala!
	¡Da vueltas a la noria, arrastra el ala!
	 
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