A Hortencia Lechuga

	Yo he visto, en la noche clara 
	de nuestras Antillas bellas, 
	sobre la sangre del ara 
	escondidas las estrellas. 

	Yo he visto, por una oscura 
	vereda del campo umbrío, 
	una clavellina pura 
	enamorada de un río. 

	Yo he visto, en la misteriosa 
	nave del templo ferviente, 
	esplender, como una rosa 
	de luz, un cirio doliente. 

	Yo he visto en mi Cayo amado, 
	en el hogar y en la escuela, 
	lucir como en castigado 
	torvo mar, la limpia estela.
	 

José Martí
Nueva York, 1893