Quieres mis versos tener, ¿qué versos te ha de decir quien queda con verte ir sin lira ya que tañer? ¿Versos? Pues con ser mujer y nacer de quien naciste flor de estrella, verso fuiste delicado, casto, airoso, más que el cantar querelloso de un hombre pálido y triste. ¡Oh, lago! que apenas riza de mayo el terral primero, ¡y queda en ti prisionero del encanto que .lo hechiza! No sabes cómo suaviza la vida recia, el hallar niña que sabe llorar las penas propias y ajenas; vale más consolar penas, niña, que saberlas dar. No sabes qué deleitosa paz se esparce en nuestra vida cuando halla el alma vencida una niña pudorosa; cual mira la primer rosa el que vuelve de la guerra; cual si el misterio que encierra el cielo se abriese al bardo; ¡cual si el aroma de un nardo llenase toda la tierra! Y se me va ya el frescor de alba y el lirio pascual; y aquel hermoso rosal ¡todo gala y todo flor! Prendada de tu candor, mal su pena el alma doma; y cuando la vela asoma que ha de llevarte a otra tierra, ¡ay! ¡me parece que cierra sus alas, una paloma!
José Martí
Nueva York, 1883