Sin Amores

	Llorando el corazón, llorando tanto
	Que no veo el papel en que te escribo,
	Aquí te voy diciendo
	¡Que ya me estoy muriendo
	De tanto como vivo!

	Ni tú, ni tú que con tus manos blancas
	Apretaste las iras en mi frente,
	Que tal me palpitaban
	Que casi se saltaban
	Del círculo candente;

	Ni tú devuelves el calor perdido
	Al ser amante que en mí mismo yace,
	Yo cumplo mi condena;
	Esta es del vivo pena:
	Ni muérese ni nace.

	Aquello que se sueña, no se tiene
	En lo que el triste humano a haber alcanza;
	Y para más tormento
	Locura es el invento
	Humano de esperanza.

	Esperan los que viven bien hallados:
	El torpe espera, espera bien el ciego:
	¡Yo floto, abandonado
	En este mar helado,
	Sin ondas y sin fuego!

	Y creo, yo sí creo; pero vive
	Tan lejana y tan alta mi creencia
	¡Que dejo, peregrino,
	Más sangre en el camino
	Que hay luz en mi conciencia!

	Y besabas tú bien; yo hago memoria
	De aquel beso apretado de aquel día:
	Fue largo; nos dormimos
	¡Y, cuando en nos volvimos,
	Duraba todavía!

	Te quiero, algo te quiero; y cuando fueras
	En mis recuerdos por indigna un peso,
	Quisiérate, alma bella,
	Por nuestra noche aquella,
	¡Por nuestro largo beso!

	Pero es ley de la vida la fatiga,
	Y se nos cansa pronto la memoria;
	Fatiga haber amado;
	Fatiga haber llorado;
	Nos cansa la victoria.

	Si quieres que te ame, yo te diese
	Mi amor que, amado tanto, aún no despierta;
	Moléstanme amoríos,
	Serviles desvaríos
	De un alma medio muerta:

	El cuerpo me sacude y enamora
	Y pálida de amor el alma llevo;
	¡Yo quiero,- ¡oh fin de males! -
	Con labios nunca iguales
	Un beso siempre nuevo!
	 

José Martí
Junio 12 de 1875

Composiciones con igual titulo publicadas en México: 14 marzo 1875, y 17 abril 1875.