A Micaela

En la muerte de Miguel Angel*

                 I

	Cuando en la noche del duelo
	Llora el alma sus pesares,
	Y lamenta su desgracia,
	Y conduele sus afanes,
	Tristes lágrimas se escapan
	Como perlas de los mares;
	Y por eso, Micaela,
	Triste lloras, sin que nadie
	Tu dolor consolar pueda
	Y tus sollozos acalle;
	Y por eso, Micaela,
	Triste en tu dolor de madre,
	Lloras siempre, siempre gimes
	La muerte de Miguel Angel.

	                 II

	¡Allí está! Cual fresca rosa,
	Blanco lirio de la tarde,
	Sentado en el verde musgo,
	Yace tu Miguel, tu "ángel",
	La imagen de tus delirios,
	La noche de tus afanes,
	El alma de tus amores,
	Consuelo de tus pesares,
	Pura gota de rocío
	Que al blando beso del aire
	Casta brotó de tu seno
	Convertida en Miguel Angel.

	                  III

	¡Allí está! Lágrimas tristes
	Anublan tu faz de madre,
	Porque les falta a tus ojos
	Algo bello, algo tan suave
	Como las nubes de oro,
	Rosa y grana de la tarde:
	Y en el aire que respiras,
	Y en las hojas de los árboles,
	Ves cruzar, cual misteriosa
	Sombra, de tu amor imagen,
	A la perla de tus sueños,
	Al precioso Miguel Angel.

	                IV

	Pero, ¿no ves, Micaela,
	Esa nube y esos ángeles?
	¡Mira! ¿,No ves cómo suben?
	¿Los ves? ¿,Los ves? ¡Triste madre,
	Ya se llevan a tu hijo,
	De tus delirios la imagen,
	El alma de tus amores,
	La noche de tus afanes,
	Pura gota de rocío
	Linda perla de los mares!...
	¡Llora, llora, Micaela,
	Porque se fue Miguel Angel!
	 

14 de abril de 1868

* Miguel Angel primer hijo del segundo matrimonio de Rafael Marís de Mendive, maestro del poeta. Murló al año de nacido.