ESCENA VIII



Entran guerreros trayendo en brazos a Abadla herido. Dichos, Abdala

Ebn. 	y Esp.      (Espantadas:)¡Abdala!

	(Los guerreros conducen a Abdala al medio del
	escenario.) 

Abd.     Abdala, sí, que moribundo vuelve
	A arrojarse rendido a vuestras plantas,
	Para partir después donde no puede
	Blandir el hierro, ni empuñar la lanza
	Vengo a exhalar en vuestros brazos, madre,
	Mis últimos suspiros, y mi alma!
	Morir! morir cuando la Nubia lucha;
	Cuando la noble sangre se derrama
	De mis hermanos, madre; cuando espera
	De nuestras fuerzas libertad la patria!
	Oh, madre, no lloréis! Volad cual vuelan
	Nobles matronas del valor en alas
	A gritar en el campo a los guerreros:
	"Luchad! luchad, oh nubios! esperanza!"

Esp.     ¿Que no llores me dices? ¿Y tu vida
	Alguna vez me pagará la patria?

Abd.     La vida de los nobles, madre mía,
	Es luchar y morir por acatarla
	Y si es preciso, con su propio acero
	Rasgarse por salvarla las entrañas!
	Mas, me siento morir: en mi agonía
	(A todos) no vengáis a turbar mi triste calma,
	Silencio... Quiero oír... Oh me parece
	Que la enemiga hueste derrotada,
	Huye por la llanura... oíd!... silencio!
	Ya los miro correr... A los cobardes
	Los valientes guerreros se abalanzan...
	Nubia venció! muero feliz: la muerte
	Poco me importa, pues logré salvarla...
	Oh qué dulce es morir, cuando se muere
	Luchando audaz por defender la patria!
	(Cae en brazos de los guerreros.) 


Publicado en el único número del pequeño periódico de Martí
La Patria Libre, del 23 de octubre de1869.


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