Esp. Partió!... partió!... Tal vez ensangrentado,
Lleno de heridas, a mis pies lo traigan;
Con angustia y dolor mi nombre invoque;
Y mezcle con las mías sus tristes lágrimas,
Y mi mejilla con la suya roce
Sin vida, sin color, inerte, helada!
¡ Y detener no puedo el raudo llanto
Que de mis ojos brota; a mi garganta
Se agolpan los sollozos, y mi vista
Nublan de espanto y de terror mis lágrimas!
Mas ¿por qué he de llorar? ¿Tan poco esfuerzo
Nos dio Nubia al nacer? ¿así acobardan
A sus hijos las madres? ¿así lloran
Cuando a Nubia un infame nos arranca
¿Así lamentan su fortuna y gloria
¿Así desprecian el laurel? ¿Tiranas,
Quieren ahogar en el amor de madre
El amor a la patria? Oh! no! derraman
Sus lágrimas ardientes, y se quejan
Porque sus hijos a morir se marchan!
Porque si nubias son, también son madres!
Porque al rudo clamor de la batalla
Oyen mezclarse el ¡ay! que lanza el hijo
Al sentir desgarradas sus entrañas!
Porque comprenden que en la lucha nunca
Sus hogares recuerdan, y se lanzan
Audaces en los brazos de la muerte
Que a una madre infeliz los arrebata