ESCENA II



Abdala
                 
Abd.    ¡Por fin potente mi robusto brazo
	Puede blandir la ruda cimitarra,
	Y mi noble corcel volar ya puede
	Ligero entre el fragor de la batalla!
	Por fin mi frente se ornará de gloria!
	Seré quien libre a mi angustiada patria,
	Y quien le arranque al opresor el pueblo
	Que empieza a destrozar entre sus garras!
	Y el vil tirano que amenaza a Nubia
	Perdón y vida implorará a mis plantas!
	Y la gente cobarde que lo ayuda
	A nuestro esfuerzo gemirá espantada!
	Y en el cieno hundirá la altiva frente,
	Y en cieno vil enfangará su alma
	Y la llanura en que su campo extiende
	Será testigo mudo de su infamia!
	Y el opresor se humillará ante el libre!
	Y e1 oprimido vengará su mancha!
	Conquistador infame, ya la hora
	De tu muerte sonó: ni la amenaza,
	Ni el esfuerzo y valor de tus guerreros
	Será muro bastante a nuestra audacia.
	Siempre el esclavo sacudió su yugo,
	Y en el pecho del dueño hundió su clava
	El siervo libre: siente la postrera
	Hora de destrucción que audaz te aguarda,
	Y teme que en tu pecho no se hunda
	Del libre nubio la tajante lanza!
	Ya me parece que rugir los veo
	Cual fiero tigre que a su presa asalta.
	Ya los miro correr: a nuestras filas
	Dirigen ya su presurosa marcha:
	Ya luchan con furor: la sangre corre
	Por el llano a torrentes: con el ansia
	Voraz del opresor, hambrientos vuelven
	A hundir en sus costados nuestras lanzas
	Y a doblegar el arrogante cuello
	Al tajo de las rudas cimitarras:
	Cansados ya, vencidos - cual furiosas
	Panteras del desierto que se lanzan
	A la presa que vencen, y se fatigan,
	Y rugen y se esfuerzan y derraman
	La enrojecida sangre, y combatiendo
	Terribles ayes de dolor exhalan,-
	Así los enemigos furibundos,
	A nuestras filas bárbaros se lanzan,
	Y luchan,- corren,- retroceden,- vuelan,-
	Inertes caen,- gimiendo se levantan,-
	A otro encuentro se aprestan,- y perecen!
	Ya sus cobardes huestes destrozadas
	Huyen por la llanura: - ¡oh! ¡cuánto el gozo
	Da fuerzas y robustez y vida a mi alma! -
	- ¡Cuál crece mi valor! - ¡cómo en mis venas
	Arde la sangre! - ¡cómo me arrebata
	Este invencible ardor! - ¡cuánto deseo
	A la lucha partir! -

 

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