

OSELINA.
ALLÁ en los pasados tiempos,
De mi Cuba en las praderas,
Cuando mis patrias riberas
Ni las soñaba Colon,
Vivió un pescador de Jagua,
Junto a la márjen del rio
Del Cupei: tosco bohío
Era su humilde mansión.
Una noche en que soñaba
Amor, delirios i penas,
De esos sueños de azucena
I celajes de arrebol;
De esas dichas de los cielos
Refuljentes, que alborozan,
I solamente se gozan
Bajo del cubano Sol:
Esa noche, alzó su canto
Sobre una linda piragua,
Conversando con el agua
I la Luna tropical...
-¿Por qué, mi bella Oselina,
No consuelas mis pesares...
Ni te miro en los palmares,
Ni te encuentro en el juncal?
Hallo las tiernas palomas
En nuestro valle vecino,
I alzando amoroso trino
Al sinsonte encuentro yo;
I a ti jamas, vida mia...!
Si acaso por estas ramas
Llegas, te digo: ¿me amas?
I siempre me dices: ¡no!
Si por el cuerpo gracioso
Que luces en este valle
No iguala tu lindo talle
A la seiba i el copeí;
Es tan bello, lijero,
Que en su encanto indefinible
Es una rama flecsíble
De la palma del yarei.
India del rostro moreno,
Siento mi vida deshecha,
Como por traidora flecha
Herido sin compasión,
Sin rumbo va mi canoa,
Dejo abandonado el remo,
Ruje el mar, i nada temo
Porque estoi sin corazon.-
Calló. Su voz en las costas
Fué resonando risueña,
De una peña en otra peña,
Hasta perderse en el mar:
El rayo sonó en los aires,
Negra tormenta se fragua,
I se hundieron en el agua
Indio i piragua a la par.
En tanto estaba Oselina
En las riberas opuestas,
Soñando amores i fiestas…
Ella... i otro pescador.
Ai! al sumerjirse el indio...
De la Luna a los destellos,
Al son de las olas, ellos
Se daban besos de amor.
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